Luis de Guindos: “Es un apoyo financiero que no tiene
nada que ver con un rescate”. “No hay ni el más mínimo rescate al
respecto”.
Falso.
El dinero sale de los fondos europeos de rescate y se presta al Estado, no
directamente a los bancos, como pretendía España. Aunque las condiciones sean
algo diferentes al de los demás países rescatados, la realidad es que España
se ha convertido en el cuarto país de Europa en recurrir a estas ayudas, tras
Grecia, Irlanda y Portugal. Así lo ve toda Europa y la prensa
internacional.
Mariano Rajoy: “Lo que hay es una línea de
crédito”.
Falso. Quien pide el dinero
prestado a Europa, se compromete a devolverlo y paga los intereses no son los
bancos. Es España, a través de una entidad pública: el FROB. La mayoría de
los bancos no recibirán préstamos desde el FROB –no los podrían
devolver–, sino inyecciones de capital.
Mariano Rajoy: “No afecta al déficit público”.
Falso.
Todo el dinero que pida prestado al FROB irá a la deuda pública y sus
intereses, al déficit. Si se alcanzan los 100.000 millones y el tipo de
interés, como se dice, es del 3%, supondrá 3.000 millones de euros más en el
déficit anual: por comparar, es dos veces lo que ahorró Zapatero congelando
las pensiones en 2010.
Mariano Rajoy: “El que ha presionado he sido yo. A mí
nadie me ha presionado”.
Falso.
Europa –especialmente Alemania y los países del norte– ha
presionado a España para que acepte esta opción. Dentro del desastre, el
procedimiento de rescate no es especialmente malo: había opciones mucho
peores. Pero tampoco es el modelo soñado por el Gobierno español, que habría
preferido una intervención del BCE o un rescate directo a los bancos sin que
el Estado tuviese que avalar la operación.
Luis De Guindos: “Ayudará a las familias y a las
empresas”. “Servirá para que vuelva a fluir el crédito para que
crezca la economía y se cree empleo”
Falso.
El dinero público inyectado a los bancos irá a provisiones de pérdidas, no al
crédito. De hecho, a corto plazo lo más probable es que el crédito se
restrinja aún más porque todas las entidades financieras –las buenas,
las malas y las regulares– tendrán que aumentar aún más sus
provisiones, por lo que no podrán prestar.
Cristóbal Montoro: “No van a venir los hombres de
negro”.
Falso. La temida troika
–el FMI, el BCE y la Comisión Europea – también va a aterrizar
en España. Serán ellos quienes decidan la reestructuración del sector
financiero y también quienes vigilen “de cerca y regularmente” el
cumplimento de los compromisos españoles contra el déficit.
Luis de Guindos: “Las condiciones se les van a
imponer a los bancos”.
Falso.
España va a tener que firmar un ‘memorandum of understanding’: un
tratado, como el de Grecia, Irlanda y Portugal. Y en el propio
comunicado del Eurogrupo queda claro que la ayuda al sector financiero está
condicionada al cumplimiento de los compromisos anteriores de España en la
lucha contra el déficit. No hay condiciones explícitas, pero sí las hay
implícitas. En breve veremos nuevos
recortes y subidas de impuestos, por mucho que el Gobierno hoy los niegue con la
misma contundencia con la que antes negó el rescate.
Fuente: Ignacio Escolar.
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