Escrito presentado hoy viernes día 29 de junio de 2012 a las 12:51 horas en el registro de la Subdelegación de Gobierno de Palencia, para hacer constar varias quejas sobre la actuación de la Policía Nacional en las manifestaciones, concentraciones y vigilancia.
Enviado a los diferentes medios de comunicación de Palencia y provincia.
Señor Subdelegado del Gobierno en Palencia.
El pasado día 22 de mayo se produjo una huelga
en la educación a nivel estatal en Palencia, paralela a otras convocatorias en
todo el país, tuvo lugar también una manifestación por el centro de la ciudad
con comienzo a las 19 horas en el Paseo del Salón y final en la Subdelegación
del Gobierno. Como en otras ocasiones, la marcha fue secundada por miles de
personas, pertenecientes a los sindicatos convocantes, pero también a partidos
políticos, asociaciones, plataformas y personas a título particular que
quisieron expresar su descontento con las políticas educativas y
presupuestarias. Dentro de esa diversidad de manifestantes y organizaciones y
del uso de la libertad que caracteriza a este país como un estado de derecho,
las personas se expresaron mediante la voz o dando rienda suelta a su
creatividad en pancartas, pegatinas o elaboradas manualidades. Siempre de modo
pacífico, aunque ello no implique, evidentemente, que el contenido del mensaje
sea del gusto de todos.
La manifestación se habría desarrollado sin
ningún tipo de problema de no ser por la actuación final de algunos agentes de
la policía nacional. Al final del recorrido, al pie del edificio de la
Subdelegación donde se iba a proceder a la lectura de un manifiesto, se impidió
depositar un ataúd simulado (en donde podía leerse “D.E.P. Escuela Pública”) en
las escaleras de dicho edificio. Se adujo por parte de la policía que quienes
portaban dicho ataúd de cartón “no eran convocantes” de la manifestación, obligándolos
a permanecer alejados varios metros.
A la vista de estos hechos queremos expresar
que es impropio de las fuerzas de seguridad del Estado negar la libertad de
movimientos de las personas durante una manifestación cuando la intención de
éstas es pacífica y respetando completamente el derecho de manifestación de los
demás – en este caso, la libertad de leer el manifiesto por parte de los
convocantes –. No existía ninguna razón
para el comportamiento de dichos agentes, ni siquiera (aunque sería absurdo que
fuera preciso) se preguntó a los convocantes si algunos manifestantes podían o
no colocarse en un determinado lugar de la vía pública.
El motivo del presente escrito podría
entenderse como un incidente aislado de no ser porque se han venido repitiendo
comportamientos y acciones de dudosa naturaleza por parte de las fuerzas de
seguridad sobre las que usted tiene dirección como Subdelegado del Gobierno.
Dentro del amplio movimiento ciudadano que se ha venido a llamar “de los
Indignados” o del “15-M”, hemos podido ver cómo en la ciudad de Palencia, en
pasadas manifestaciones, se ha interrumpido el paso selectivamente a
manifestantes sin justificación alguna, recurriendo incluso a empujones, lo que
viene a ser una grave limitación de los
derechos constitucionales y, por la reiteración de los hechos, un síntoma de lo
que podría considerarse acoso policial.
Lamentablemente dicho presunto acoso no se
reduce sólo a la acción de la policía nacional durante las manifestaciones. En
las asambleas abiertas que nuestro colectivo organiza semanalmente en la Plaza
Mayor, las cuales reúnen una o dos decenas de personas en un lugar peatonal,
reiteradamente hacen aparición patrullas de la policía nacional que se
mantienen vigilantes de nuestras actividades. Actividades, repetimos,
completamente pacíficas y amparadas en el derecho de reunión. Entendemos que
dicha presencia policial no tiene justificación alguna, cuando las asambleas
que se han venido desarrollando desde hace más de un año lo han hecho con total
normalidad, sin incidentes y sin alterar las libertades de las demás personas
que transitan o desarrollan otras actividades – económicas, políticas, de ocio
o religiosas – en la citada plaza o en los edificios circundantes.
Por consiguiente le pedimos:
1º Que ordene a las fuerzas de seguridad sobre
las que tiene mando que se abstengan de intervenir o alterar el normal y
pacífico transcurso de futuras manifestaciones que tengan lugar en la ciudad de
Palencia.
2º Que se retire la patrulla policial nacional
de la Plaza Mayor que permanentemente hace acto de presencia cuando nuestro
movimiento realiza sus actividades. De lo contrario entenderemos que existe la
voluntad política por parte el Estado de someter a vigilancia policial unas
actividades legales, pacíficas y amparadas en los derechos constitucionales.
Esa presencia policial no es casual, pues otras actividades que reúnen a mucha
más gente en nuestra ciudad no tienen el honor
de contar con semejante escolta, si es que se puede justificar así.
3º Que se destinen los recursos policiales que
se dedican a vigilar nuestro movimiento ciudadano a otras actividades propias
de la policía nacional en una ciudad como Palencia. Son conocidos los repetidos
actos delictivos de los últimos meses en el polígono industrial o la demanda de
la Asociación de Vecinos del Campo de la Juventud por contar con una mayor
presencia policial. Por favor, atienda alguna de esas necesidades de seguridad
ciudadana o cualquier otra que verdaderamente necesite nuestra ciudad en lugar
de derrochar recursos en estos momentos de austeridad.
Muchas gracias.
Palencia, a 29 de Junio de 2012.
Entregado por un miembro del Movimiento 15M en Palencia por delegación
del mismo.
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Documentación presentada con el sello del registro.
Documento en formato PDF. http://bit.ly/MKDUux
¡Bien hecho! Ya era hora.
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