Reflexiones sobre el 15M

Un compañero nos propone una reflexión sobre el movimiento del 15M.

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Este documento está escrito por un primo mio que estuvo en Egipto y formó parte importante de aquella gran revolución.
Me parece muy interesante lo que expone.


¿Tiene futuro el movimiento 15 de Mayo?
De nuevo unos comentarios breves sobre el movimiento 15 de Mayo, así como de la protesta en Sol y en el resto de plazas españolas:

Para empezar, creo que todos sabemos que el movimiento 15 de Mayo, y lo que está pasando desde hace una semana en Sol y en muchas ciudades españolas, no es una revolución ni una revuelta. A pesar de que estos términos nos gusten, a pesar de que muchos de nosotros deseamos que alcance estos niveles, y por supuesto, a pesar de “afiliarnos” en Facebook a la llamada “Spanish Revolution”.
Pero este movimiento importante, renovador y que esta empezando con mucha energía, está entrando como un nuevo jugador, o un nuevo factor clave, dentro del mapa político español. Un movimiento nuevo de protesta que puede crecer, ganar más fuerza, o morirse lenta o rápidamente.
Su crecimiento, desde mi punto de vista, está sujeto a varias tareas sobre las que tenemos que trabajar:

1 – No abandonar Sol, ni el resto de las plazas, sin una estructura clara de continuación, y sin tener claras las vías de continuación de la protesta. Lo perfecto sería obtener una victoria determinada aunque fuera pequeña.

2 – El modelo de acampada, en sí mismo no es un modelo que pueda continuar mucho, especialmente porque el Estado y la sociedad pueden convivir con él perfectamente y deja de causar daño o efecto. La experiencia egipcia lo demuestra. La caída de Mubarak no ocurrió solamente por las millones de personas que acudían a Tahrir, sino por la entrada de los trabajadores y de los funcionarios en la batalla política a través de huelgas y ocupaciones de fábricas y ministerios durante los últimos días antes de dicha caída. Eso ocurrió después de que la Plaza Tahrir fuera ya un símbolo de la revolución.
Por lo que creo que es necesario desarrollar nuevas vías de protesta y de presión sobre el sistema. Vías nuevas que puedan acercar a nuevos sectores sociales a este movimiento.

3 – Seguimos con la necesidad de desarrollar lemas y objetivos claros y factibles a corto plazo para este movimiento, así como formalizar un liderazgo claro de este movimiento, lejos de las redes sociales, en las calles. Un liderazgo dinámico que se pueda renovar continuamente. Las asambleas pueden jugar un papel clave.

4 – Controlar los actos y discursos inútiles, lo siento por llamarlos infantiles. Por ejemplo, esta obsesión por lo que llaman “el lenguaje en la plaza”, el famoso Los/las/y @. Esta no es la batalla principal, sino ver si conseguimos construir un movimiento nuevo de verdad, que sepa vivir y desarrollarse, entonces, este movimiento creará su lenguaje de una forma natural. También controlar nuestras actitudes con aquellos que no están de acuerdo con nosotros y vienen a la plaza para discutir con nosotros. Por último, controlar lo que contamos ante los medios de comunicación. Me llamó la atención ayer un compañero, presentado en TVE como uno de los portavoces del movimiento, diciendo: “Aquí no se habla de política, no es un movimiento político” !!! ¿Qué es entonces? ¿Un campamento de verano? ¿Una macro-fiesta?
¡Vivan nuestras plazas! ¡La calle es nuestra!